martes, 7 de febrero de 2012

MINIMONDA, DULCE Y LA NIÑA QUE SE LLAMABA COMO UNA FLOR

Minimonda tiene una amiga que se llama Dulce. A Minimonda le gusta perseguir a Dulce y que después Dulce la persiga a ella, y así toda la tarde. Un día Minimonda y Dulce conocieron a una niña que medía un metro, pero era un metro más pequeño que el de Minimonda. Dulce se puso de puntillas y también midió entonces un metro como el de Minimonda, porque Dulce y Minimonda son amigas y de la niña nueva aún no eran amigas.

La niña les dijo que se llamaba Rosa y a Minimonda se le quedaron los ojos tan abiertos y tan grandes como unas cacerolas, y Dulce le dijo a Rosa que ella se llamaba Dulce y que Minimonda se llamaba Minimonda, y entonces Rosa arrugó la cara y dijo que eran nombres muy raros y que Rosa era el nombre de una flor muy bonita y que por eso no era un nombre raro, tan raro como el de Minimonda y el de Dulce.

Las tres niñas estuvieron jugando a perseguirse hasta que sus papás decidieron que ya era hora de irse a casa. Cuando los papás de Minimonda la metieron en la bañera para dejarla limpita y relajada, Minimonda les contó que había estado jugando con una niña que se llamaba como una flor. Cuando sus papás le preguntaron por el nombre de la niña, Minimonda no se acordaba, aunque sabía que era como el nombre de una flor y los papás empezaron a decir nombres como Margarita, Azucena, Violeta, Rosa... ¡Rosa, Rosa, se llamaba Rosa!, les dijo Minimonda.

Antes de irse a dormir, cuando se le estaban cerrando los ojitos y mamá la estaba arropando, Minimonda le dijo entre bostezos que a partir de mañana, con ayuda de Dulce, iba a buscar a muchas amigas que se llamaran Rosa, Margarita, Azucena y Violeta para hacer con ellas un gran ramillete de amigas. Y su mamá le dio un beso en la mejilla y se sonrió mucho.

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