Minimonda tiene una pelota de colores que bota muy alto y si la lanza con las dos manos llega muy lejos. Minimonda juega en el parque con la pelota de colores y a veces juega en casa. Pero cuando juega en casa la pelota de colores no puede botar muy alto porque puede romper la lámpara y no puede llegar muy lejos porque en las paredes hay cuadros, muebles y espejos y muchas cosas que se pueden estropear si se caen al suelo o las golpea una pelota, aunque la pelota sea de colores.
Hay días en que Minimonda no puede ir al parque y tiene que jugar en casa. Para jugar en casa Minimonda tiene juguetes que son de colores, pero que no botan ni salen rodando. Minimonda tiene piezas de construcciones rojas, verdes, azules y amarillas; y tiene muñecas rubias, morenas y pelirrojas; y tiene una caja con rotuladores y pinturas de colores para hacer dibujos en las cartulinas, aunque Minimonda sabe que también sirven para dibujar en los manteles y en las paredes. Si pinta en los manteles y en la paredes, papá y mamá se enfadan y guardan los rotuladores y las pinturas con la pelota para que Minimonda no juegue con ellos.
Una vez Minimonda preguntó a sus padres que si habían guardado la pelota de colores y los rotuladores porque había sido mala, y sus papás le contestaron que los niños nunca son malos, que todos los niños son buenos, pero que a veces son traviesos porque hacen trastadas; y para que no hagan trastadas, pues hay que enseñarles a cuando usar las cosas y cuando no usarlas.
Minimonda entonces les preguntó que si ella era buena o traviesa y sus padres le dijeron que era muy buena, pero que a veces era muy traviesa. O sea, la mitad buena y la mitad traviesa. Pero Minimonda les dijo que como medía un metro, que había decidido que sería algo más de medio metro buena y un poco menos de medio metro traviesa.
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