martes, 13 de marzo de 2012

MINIMONDA Y LA REPOSTERÍA

Minimonda tiene una amiga que se llama Dulce. Cuando Minimonda visita en su casa a su amiga, la mamá les tiene preparada una merienda con muchos colores, con manzanas verdes, plátanos amarillos, fresas rojas, zumos naranjas. Muchas veces también hay en la merienda otras cosas, como galletas y leche, o pan fresco y chocolate, algún bollo o algún bizcocho que Dulce dice haber hecho con su mamá, y están riquísimos.

Minimonda un día les dijo a sus papás que quería hacer un bizcocho y también invitar a Dulce y a su mamá a merendar, y los papás dijeron que vale y fueron los tres juntos a buscar una receta para hacer un bizcocho. La mamá de Minimonda llamó por teléfono a la abuela, y la abuela le dictó una receta para galletas. El papá de Minimonda se pidió ir al mercado a comprar los ingredientes, y Minimonda ayudó a su mamá a buscar por toda la cocina unos moldes de repostería para hacer diferentes formas con las galletas.

Cuando estuvieron todos juntos, contaron hasta tres y siguieron la receta paso a paso. Primero hicieron la masa de las galletas, con mucha harina, mantequilla, huevos, azúcar y le pusieron unas gotitas amarillas que olían muy bien y que se llamaba vainilla. Luego hicieron unas bolas y empezaron a amasarlas, a darlas vueltas y más vueltas, a estirarlas y estrujarlas, hasta que al fin la extendieron en la mesa con un rodillo y quedó como una torta muy grande y aplastada.

Minimonda quería meter en el horno aquella torta tan grande para que saliera una galleta gigantesca, pero sus papás la convencieron de que ahora venía lo más divertido, que era elegir un molde y hacer galletas más pequeñas pero con muchas formas diferentes. Había muchos tipos de moldes: una estrella, un pez, un corazón, un oso, una flor, un coche; y fueron eligiendo moldes y apretándolos contra la masa para conseguir galletas con forma de estrella, de pez, de corazón, y de todas aquellas formas. Y la verdad es que fue muy divertido.

Para acabar, los papás de Minimonda se pusieron un poquito serios y le dijeron a Minimonda que tuviera cuidado porque iban a encender el horno y podía hacerse pupa. Entonces Minimonda se agarró a las piernas de su papá y dijo que esperaría allí hasta que el horno estuviera frio. Al cabo de un ratito, las galletas se habían horneado y las pusieron en una bandeja. Eran muy bonitas y ahora estaban doradas y olían a vainilla. Las dejaron en el salón y esperaron a que vinieran Dulce y su mamá.

Cuando llamaron a la puerta y el papá de Minimonda abrió, Minimonda salió corriendo a abrazar a su amiga Dulce y la llevó corriendo a donde estaban las galletas. Minimonda explicó a su amiga y a la mamá de su amiga como habían hecho las galletas y todos aplaudieron y merendaron galletas con cocholate. Y olé...

No hay comentarios:

Publicar un comentario