MI CASA ESTÁ EN MI BARRIO

Dibujo de Ana, tres añitos

Mi casa está en mi barrio,

mi barrio está en mi ciudad.

mi ciudad está en mi provincia,

y mi provincia en mi comunidad.

Mi comunidad está en mi país,

mi país en mi continente está,

mi continente está en mi planeta,

y mi planeta en mi sistema solar.

Mi sistema solar está en mi galaxia,

ya qué alto debemos estar,
poco a poco subiendo hasta el tope
con esfuerzo podremos llegar.

Mi galaxia está en mi universo,
y aquí ya podemos parar,

pues mi universo está en este verso

agotadito de tanto viajar...

UNO ES MENOS QUE CINCO

Mininmonda tiene un bolsa llena de caramelos de colores que sus papás le han comprado porque están muy contentos. Los papás de Minimonda se ponen muy contentos cuando ella les ayuda en las cosas que cuestan mucho y cansan mucho, por ejemplo, bañarla y vestirla, porque Minimonda es un poco trasto.

Cuando Minimonda ayuda a sus papás bañándose y vistiéndose sola, pues muchas veces se encuentra con una bolsa de caramelos de colores, y esto le encanta a Minimonda. Pero la bolsa de caramelos no puede comerse entera de un tirón y Minimonda tiene que saber que los caramelos deben comerse de poco en poco.

Minimonda sabe contar hasta diez, siempre y cuando lo que cuente sean los dedos de las manos. Si cuenta otra cosa se hace un poco un lío y ya no cuenta con números sino con puños. Porque Minimonda sabe que uno, dos, tres, cuatro y cinco caramelos, si entran en la mano, se llaman puñado y entonces ya no tiene cinco caramelos, sino solo un puñado, y uno es menos que cinco y se hace menos lío. Y entonces coge cinco puñados que son muchos más caramelos que dedos tiene en las manos.

Pero entonces los papás de Minimonda arrugan las cejas y le dicen que no puede contar por puñados, sino de uno en uno con los dedos, y entonces Minimonda se queda con cinco caramelos, que es un fastidio porque cinco caramelos son sólo un puñado, y Minimonda sabe que uno es menos que cinco.

MI AMIGO EL GLOTÓN

Dibujo de Ana, tres añitos

Tengo un amigo

que es un glotón

y es pequeñito

igual que un botón.

Tengo un amigo

que es juguetón.

¡Mi amigo, niños,

es un ratón!

Un ratoncito

que es un zampón:

se zampa el queso

(¡ay, qué travieso!)

y el requesón.

GIRO QUE TE GIRO

Doy un salto,

damos dos,

tres saltitos

siguiendo el son.

Giro que te giro

como dice la canción,

gira tú, gira si quieres,

gira tanto como giro yo.

Doy un salto,

damos dos,

tres salitos

siguiendo el son

PERLITA (CUENTO DE SUSANA BLÁZQUEZ)

Dibujo de Susana (que es una mamá)

Perlita vivía en el mar, dentro de su concha, calentita y segura.

Todos los días veía pasar al señor cangrejo, al caballito de mar y a los peces que se iban a trabajar. 

—¡Buenos días Perlita!–, le saludaban todos al pasar.

—Buenos días—, respondía ella, siempre llena de curiosidad por saber lo que había fuera de su concha. Quería conocer mundo, viajar.

Una mañana, Perlita metió sus cosas en una mochilita y salió de su concha. Empezó a caminar y disfrutó mucho del paseo. Había una estrella de mar que llevaba a sus hijos al cole, y un gran pez payaso que hacía reír a los demás.

Tanto se entusiasmó que se le hizo de noche. Se puso a llorar: no sabía volver a casa.

—¿Qué te pasa Perlita?—, le gritó el caballito de mar.

—Tengo miedo, tengo frío, estoy solita. ¡Quiero volver con mi mamá!

—No deberías haber salido tú sola. El mar es muy bonito, pero está lleno de peligros para una niña tan pequeñita como tú. ¡Anda, sube en mi lomo! ¡Nos vamos a casa!

Y así fue como Perlita terminó su aventura. Aprendió que mientras eres pequeña, es mejor ver el mundo desde tu conchita, calentita y segura.

Susana Blázquez

25 de Enero de 2012

LA NIÑA QUE ESTABA DE NOCHE (ANA, 3 AÑOS)

Ana, 3 añitos

La niña que estaba de noche no podía ir al parque y después, pues estaba de noche y se iban a su casa a dormir. La niña quería pintar, pero su madre le decía que no podía pintar porque decía:

-Oye hijita, tienes que comer la cena y cuando yo diga que comas pues tú dices que vale, vale.

Después la niña no se tomó la leche y decía:

-No, no quiero tomarme la leche.

Y no quería tomarse la leche nunca más. Y la madre le quitó la leche y la llevó a la cocina. Pero antes de que mamá la tirara, dice la niña que se va a tomar la leche.

Y después acabaron felices porque nunca más haría eso.

MINIMONDA QUIERE SER MÉDICA

Minimonda tiene unos papás muy divertidos, que hacen cosas como si estuvieran un poco locos. El papá de Minimonda canta, pero canta haciendo mucho ruido y siempre le cambia la letra a las canciones. La mamá de Minimonda baila dando vueltas alrededor de una silla dando saltitos.

Minimonda canta y baila muy bien; sus papás la aplauden cuando termina y ella saluda y lanza muchos besos y abre mucho los ojos y estira todo lo que puede la sonrisa, que le llega de una oreja a la otra. Minimonda quiere ser cantante, pero entonces se acuerda de que tiene un juego con cosas de médicos y entonces quiere ser médica, aunque su papá le dice que médico, y ella insiste en que quiere ser médica porque es chica. Los médicos y las médicas no cantan, pero tienen unos aparatos muy raros con los que curan a los niños.

Minimonda, cuando está malita, va a la médica, y es muy buena y hace todo lo que la médica le dice que haga, que abra la boca, que respire muy fuerte, que se tumbe, que siga con los ojos un palito que mueve de un lado a otro.

Cuando la médica termina y les dice a los papás que Minimonda está muy sana, o un poco malita, pues Minimonda se lo agradece y le canta una canción y baila un poco, pero sus papás no la acompañan y ni papá canta ni mamá baila porque les da un poco de vergüenza no saberse las canciones y dar saltitos alrededor de una silla que no es de casa.

DÓNDE GUARDAR LOS COLORES

En un enorme baúl

metí al color azul

y he encerrado con cerrojo

al brillante color rojo.

He dejado al amarillo

encima de un altillo.

He guardado en un cajón

al violeta y al marrón.

Y en mi bolsillo llevo al verde

porque así no se me pierde.

Pero, ¿sabéis una cosa?

¡No sé qué hacer con el rosa!

EL GARABATO

Tengo un garabato
que ato y que desato.

Vaya garabato
que se parece a un gato
y hace sólo un rato
era como un pato.


Si quieres conmigo un trato, 
te lo vendo muy barato.

QUE VIENEN LOS RATONES

Que vienen, que ya vienen,
que vienen los ratones
y corren que te corren
por las habitaciones.


Cuidado con las faldas
y con los pantalones.
¡Que vienen, que ya llegan
trepando a los balcones!


¡A subirse a las sillas,
a subirse a los sillones
que te muerden los zapatos
y te quedas sin cordones!

MINIMONDA Y DULCE

Minimonda tiene una amiga que se llama Dulce. Minimonda abre mucho los ojos y sonríe emocionada porque tiene una amiga que se llama igual que el sabor de los caramelos. Un día Minimonda llamó a sus papás y les dijo que quería llamarse Salada, seré Minimonda Salada, porque si mi amiga se llama Dulce como los caramelos, yo quiero llamarme Salada como los cacahuetes.

Minimonda y Dulce son dos amigas que se quieren mucho, y lo primero que hacen al verse en el parque es darse un gran abrazo. A veces los papás tienen que ir a separarlas porque el abrazo es tan fuerte que se quedan pegadas, como si las hubieran atado con un lazo.

Minimonda y Dulce corren detrás de las palomas. Cuando Minimonda tropieza y se cae, se levanta y sigue persiguiendo a las palomas, pero cuando Dulce tropieza y se cae, ya no se levanta y llora un poquito hasta que su mamá llega y la levanta y le da un beso en la mejilla.

Muchas veces, para que la mamá de Dulce no tenga que levantarse y dejar de hablar con los otros papás del parque, cuando Dulce se cae, es Minimonda quien se acerca a su amiga Dulce y le da un beso en la mejilla.

Después de muchos besos, Minimonda llamó a sus papás y les dijo que ya no quería llamarse Salada porque su amiga, aunque se llama Dulce, no sabe a dulce.

Eso sí, les dice a sus papás, el pelo de su amiga Dulce huele a vainilla, ¿y por qué?

DIBUJO Y CUENTO, por Ana (3 añitos)

Mujer con niño en la tripa (Ana, 3 años)

Es una mujer con un niño en la tripa. Con un niño chiquitito, chiquitito, y se encontraba con una amiga que se llamaba Ana.

Después se saludaban y decían: Hola, cómo estás, y ellas después se casaban.

Ya está.

¡CORRE, CORRE, GARBANZO!

Corre, corre, que te pillo
corre, corre, que te alcanzo.
Si no corres más deprisa
te llamaremos garbanzo.


Garbanzo por no correr,
garbanzo por por no trotar,
garbanzo que te han pillado
por no haber querido saltar.

EL GRILLO Y LA MARIPOSA

Sobre una rosa
se posa una mariposa
¡mira tú qué cosa
más requetehermosa!


Sobre un verde zarcillo
se ha posado un grillo
¡anda tú qué pillo
con su violinincillo!


La mariposa volando
y el grillo saltando
¡por el jardín
van jugando!

BUENA Y TRAVIESA

Minimonda tiene una pelota de colores que bota muy alto y si la lanza con las dos manos llega muy lejos. Minimonda juega en el parque con la pelota de colores y a veces juega en casa. Pero cuando juega en casa la pelota de colores no puede botar muy alto porque puede romper la lámpara y no puede llegar muy lejos porque en las paredes hay cuadros, muebles y espejos y muchas cosas que se pueden estropear si se caen al suelo o las golpea una pelota, aunque la pelota sea de colores.

Hay días en que Minimonda no puede ir al parque y tiene que jugar en casa. Para jugar en casa Minimonda tiene juguetes que son de colores, pero que no botan ni salen rodando. Minimonda tiene piezas de construcciones rojas, verdes, azules y amarillas; y tiene muñecas rubias, morenas y pelirrojas; y tiene una caja con rotuladores y pinturas de colores para hacer dibujos en las cartulinas, aunque Minimonda sabe que también sirven para dibujar en los manteles y en las paredes. Si pinta en los manteles y en la paredes, papá y mamá se enfadan y guardan los rotuladores y las pinturas con la pelota para que Minimonda no juegue con ellos.

Una vez Minimonda preguntó a sus padres que si habían guardado la pelota de colores y los rotuladores porque había sido mala, y sus papás le contestaron que los niños nunca son malos, que todos los niños son buenos, pero que a veces son traviesos porque hacen trastadas; y para que no hagan trastadas, pues hay que enseñarles a cuando usar las cosas y cuando no usarlas.

Minimonda entonces les preguntó que si ella era buena o traviesa y sus padres le dijeron que era muy buena, pero que a veces era muy traviesa. O sea, la mitad buena y la mitad traviesa. Pero Minimonda les dijo que como medía un metro, que había decidido que sería algo más de medio metro buena y un poco menos de medio metro traviesa.

LAS VOCALES

Yo sé las vocales
y las voy a cantar,
cinco son las muy pillas
cada una con su sonar.


La A suena grande,
la E suena a remar,
la I suena chica,
la O suena a rodar,
la U suena oscura,
y las vocales dichas están.

SALTA QUE TE SALTA

Saltan las ranas,
saltan los conejos
y saltan los niños
¡mira tú que lejos!


Bota que te bota,
salta que te salta,
el niño pequeño
y la niña más alta.


Salta que te salta,
comienzo en el suelo
y saltito a saltito
casi toco el cielo.


¡Que salten las ranas,
que salten los conejos
y que salten los niños
frente a los espejos!

EL VESTIDO DE MINIMONDA

Minimonda tiene un vestido de color azul cielo y unos botones blancos que son muy traviesos y no se dejan abrochar. A Minimonda le encanta su vestido de color azul cielo, pero no le encanta que tenga botones.

Cuando consigue abrocharse el vestido de color azul cielo, sale con papá y con mamá de paseo, y le hacen un montón de fotos. Pero con el vestido de color azul cielo no puede ir al parque de arena y jugar a que es un gato que se esconde debajo del tobogán porque se mancha y los botones terminan descosiéndose y perdiéndose.

A Minimonda no le importa que se pierdan los botones porque son muy traviesos y no se dejan abrochar, pero a los papás se les pone la cara seria y se guardan la cámara de fotos en el bolso.

Es muy bonito el vestido de color azul cielo, pero con una camiseta y un pantalón de chándal, Minimonda juega a que es un gato o a que es un pájaro y puede correr y mancharse de barro, y sus papás entonces se ríen y también se manchan ellos. ¡Y las camisetas no tienen botones!