Minimonda se iba de excursión. Ella y sus papás llevaban varias
semanas preparando el viaje. Minimonda estaba ilusionadiiiiiiiiisima porque
entre otras cosas, iban a hacer una barbacoa con sus primas. ¡Qué rica la
barbacoa!, ¡qué día tan bonito y soleado!
- Mis primas me esperan ya en el pueblo; papá, ¿cuándo llegamos?
-No te preocupes Minimonda. Llevamos la panceta. No pueden empezar sin
nosotros.
Pero ese día el coche no quiso colaborar en
la barbacoa, y se negó a ir al pueblo, no quería caminar; bueno, mejor
dicho, no
quería frenar. Así que vino la grúa, se llevó el coche de Minimonda y se
volvieron a casa en autobús, con la maleta, la bici, las ganas y
la panceta.
!que pena¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarNo todas las aventuras se planifican. Seguro que la vuelta a casa fue divertidísima, con todo los trastos a cuestas, y seguro que en dos o tres semanas, cuando el coche funcione, se van al pueblo con la panceta y la bici...
ResponderEliminarja,ja,ja. se autoinvitan...me gusta
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